La celebración de la Santa Misa es, para un cristiano, el acto más grande de la semana. En ella alcanzan sus más altas cimas lo humano y lo divino, lo religioso y lo social, el encuentro de unos con otros y de todos con Dios.
Y en ella adquirimos los más sólidos compromisos en nuestras relaciones con Dios y con el prójimo, dos realidades que no pueden disociarse. Este folleto intenta poner de relieve, de manera muy sencilla, unos aspectos fundamentales de esa su doble dimensión. La unión invisible con Dios es verdadera, si se hace visible, con obras de amor, en la unión con los hermanos.