Separata de ESTUDIOS ABULENSES . Núm. 12 . Julio Diciembre 1993
Estos apuntes ofrecen una visión global y particular de todos los Libros Sagrados, centrada en claves de interpretación y en su doctrina teológica.
Un doctor de la ley preguntó a Jesucristo, para ponerlo a prueba, qué había que hacer para poseer la vida eterna.
Otrora, el tema del amor, en ciertos sectores de España, era tabú. Un verdadero disparate, pues profundizando en el tema, era como no hablar de Dios que es amor, “el AMOR”,
Nuestro modelo es Cristo, el cual pudo decir que su alimento era hacer la voluntad del que le había enviado para llevar a cabo su obra de salvación y que siempre hacía lo que le agradaba a su Padre.
Si a las personas se las conoce por su nombre, en el caso de Jesús esto sirve, además, para conocer lo que hay más allá de su simple apariencia física, para adentrarnos en la insondable intimidad de su persona.
Cristo en la cruz se sintió abandonado del Padre, en la “noche oscura” de su vida, pero él no abandona a su padre, sino que se pone con una fe ciega en sus manos paternales siempre acogedoras; el cumplimiento a la perfección de la misión encomendada por el Padre.
La celebración de la Santa Misa es, para un cristiano, el acto más grande de la semana. En ella alcanzan sus más altas cimas lo humano y lo divino, lo religioso y lo social, el encuentro de unos con otros y de todos con Dios.
Los mariólogos deben mantener el equilibrio justo evitando, por una parte, «toda falsa exageración» y, por otra, «una excesiva mezquindad de alma al tratar de la singular dignidad de la madre de Dios» (LG 67).
Esta parábola es la estrella, la reina de todas las parábolas, una de las páginas más bellas de la literatura universal. Refleja el pecado del hombre y el perdón de Dios.
La Iección penitenciaria de Don Quijote sigue siendo de máxima actualidad y de gran provecho para cuantos estamos comprometidos en esta maravillosa empresa de Instituciones Penitenciarias.
La oración es la vida del alma, como el aire es la del cuerpo. Sin oración, no hay vida cristiana. A un cristiano se le puede definir como una «persona orante». «Tener fe y no orar es una forma de no tener fe: la fe sin obras es fe muerta; a fe sin oración, también»
El hombre bíblico se distingue por ser un asiduo lector de la Biblia y por saber cómo hay que leerla para descubrir los sentidos espirituales y simbólicos que tanto abundan en ella.
Separata de la Revista de Estudios Penitenciarlos n.º 118 – 231/1980. Es una visión global de los jueces y la y la forma de aplicar justicia en la Biblia, sobre todo en el Antiguo Testamento.
He aquí la más justa y exacta definición del Dios de la Biblia: «Yahweh-justicia-nuestra» (Yhwh Sidqueni) (Jer 23,6; 33,16). Yahweh es el Señor de la justicia (Tob 13,7), la sede de la justicia (Jer 2,7; 31,23; 50,7);
La pobreza y los pobres son una de las claves más importantes en la lectura de la Biblia. Si así no fuere, la Biblia dejaría de ser la Palabra de Dios, normativa de la conducta humana en su aspecto religioso y social.
¿Cómo hablar del Espíritu Santo, qué decir de él? Porque el Espíritu Santo no tiene nombre para que le llamemos, ni rostro para que le veamos.
La pena de prisión vino a substituir otras penas más duras y crueles, pero a lo largo de los 200 años que lleva figurando como pena principal en los códigos penales, ha demostrado que ella es también una pena inhumana y cruel.
San Juan considera que la fe en Jesucristo y el amor fraterno constituyen el supremo mandamiento de Dios. La fe y el amor, el principio y el fin de la vida, trabados en unidad, nos traban en esa misma unidad a unos con otros y a todos con Dios.
El Padre Eterno es el principio sin principio, el creador del mundo, la fuente de donde todo se deriva y adonde todo confluye, el sustentador de cuanto existe. La última referencia siempre es él.
Estas palabras, escritas de manera muy sencilla, están dedicadas al grupo de la Escuela Bíblica, con el deseo que les sirva de algo para conocer la Biblia en general y alguno de los temas vertebradores de la misma en particular.
Publicación editada con motivo del jubileo del año 2000 y basada en la ponencia que Don Evaristo Martín Nieto dictó en la VIII Semana Bíblica de la Axarquía, en la que se hace un recorrido por el significado que “El Jubileo” tiene en la Biblia.
Sufrir con Cristo